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Recuerdan que les conté hace poco que estaba a punto de casarme? Pues bien, lo hicimos! y nuestra boda fue en dos partes, ya que el 4 de noviembre nos casamos por el civil, y el 20 de diciembre lo hicimos por la iglesia, que fue cuando ya empezamos a vivir juntos, mientras tanto se podría decir que nos casamos de "chocolate".
Ambas ceremonias fueron sencillas pero les contaré que los imprevistos están a la orden del día, otro poco y no nos casan! ya que la administradora o no sé quién dijo que aún no se pagaba la misa cuando faltaban diez minutos para que iniciara, siendo que semanas atrás se había pagado. Bueno les decía que a mi no me gusta hacer tanta fiesta (lo digo por mí), y no es que no me gusten sino que prefiero ahorrarme el estrés de los preparativos porque me conozco muy bien como para saber que me pongo un poquito insoportable cuando estoy estresada. Mi idea de una boda perfecta siempre fue como en las novelas o en las películas cuando los novios llegan con ropa casual y en un momento de romantiqués dicen "cásenos Padre" y tan tan viven felices para siempre :D en cambio tuvimos largos días de trámites, un caluroso y hambriento día de pláticas prenupciales, las amonestaciones de los domingos, y sueño mucho mucho sueño.
Creo que también les había comentado que no me involucré mucho con los preparativos, únicamente en hacer las invitaciones, y debo agradecer a mi ahora esposo, quien estos últimos meses me apoyó para que me preocupara lo mínimo, pero aunque eso pase de alguna u otra forma tuve que tomar muchas decisiones. Recuerdo que antes veía que en televisión pasaban a novias que se frustraban, se enojaban, y lloraban tanto que yo decía que eran muy exageradas, pero créanme que ahora las entiendo. Es difícil la sensación de querer hacer algo a tu gusto y todos te lleven la contraria (con la finalidad de ayudar). Pero finalmente resultó ser como lo planeamos, una boda emotiva rodeado de familia y amigos cercanos.
Me olvidaba, no les conté sobre mi vestido, tardé mucho en encontrar uno que me enamorara o me quedara bien, hasta que fui con una amiga que me mostró algunos de sus vestidos y fue cuando sentí que había uno especial para mí, se puso manos a la obra y diseñó uno parecido, con un toque diferente, justo como esperaba, me cambió tanto el humor que creo que comencé a ver flores por todos lados jajaja.
No quiero extenderme mucho más de lo que ya lo hice, así que simplemente diré ¡Gracias! a todos los que nos apoyaron en ese día tan especial, y a mi esposo por haber hecho que el recuerdo de esa noche fuera muy feliz.
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