Comenzó Por Un Dolor de Cabeza

Hace dos días cuando desperté por la mañana, sentí un ligero dolor de cabeza, pensé en permanecer acostada al menos hasta que se me pasara un poco, pero también me dije ¿y si no es así? mejor me levanto, me distraigo y veré qué pasa.

 

      Tome un baño, desayuné y aunque aún sentía el dolor no dejé que me detuviera en mis actividades, de hecho, sucedió que casi como un presentimiento me pasó la idea de que aquel sería un excelente día :D. A pesar de que no desperté de malas, mi humor fue mejorando conforme el día avanzaba, y se lo dije a todos en casa con el mejor ánimo del mundo "éste va a ser un buen día, lo siento".

 

     Como mi mamá supo de mi dolor de cabeza me invitó a salir con ella para que me distrajera un rato, a ver si así se me quitaba un poco, porque realmente no me gusta tomar pastillas para el dolor.

 

     La acompañé a terminar unos pendientes que tenía y después nos fuimos a comer a un lugar a donde de vez en cuando vamos, nos encontramos a una de sus amigas y platicamos un rato mientras nos servían la comida, seguida de un delicioso pastel de chocolate mmm mmm!!

 

     Para ese entonces mi dolor de cabeza ya se había ido por completo, y me di cuenta de que a veces sólo se trata de calmarse, probablemente meditar, distraerse, entre otras cosas.

    

     Me encontré con dos amigos a quienes no veía desde el año pasado (osea diciembre :P), me dio mucho gusto verlos y sé que a ellos también.

    

     Aquella tarde, comí, me divertí, platiqué, conviví y conocí también a una persona muy agradable.

 

     En la noche recibí la llamada de un querido amigo con el que platiqué y platiqué de algunos deseos que tengo y espero cumplir.

 

     Y pensar que todo comenzó por un dolor de cabeza... Me pone a pensar que de no ser por ello, ese día habría transcurrido del modo más normal, probablemente me hubiera quedado en casa, no tendría el mismo ánimo (ya que mi ánimo fue mi defensa contra el dolor de cabeza), y todo sucedería de la misma forma que siempre. Despejé mi mente e incluso surgieron nuevas ideas que tengo por hacer.

    

     Me di cuenta que aunque tengamos algún problema, por más pequeño o grande que sea, es importante dar la mejor cara, sé y estoy segura que el poder de nosotros mismos es tan fuerte que puede hacer que cosas buenas nos pasen, siempre y cuando lo sintamos de ese modo, y el dolor de cabeza desaparecerá :) .